El clima a nivel global se muestra presto para una reestructuración de carácter geopolítico. Estos dos últimos años (2017-2018) han marcado un antes y un después en la primera década siglo XXI: la elección del mandatario Donald Trump, el Brexit, el proceso de Paz en Colombia, la crisis en Venezuela y la incesante guerra civil Siria han replanteado el escenario internacional.
Estos aires de cambio, han corrido a lo largo del continente propiciando un viraje ideológico hacia la consolidación de gobiernos de derecha, un escenario que se dibuja poco común en una región dominada tradicionalmente por tendencias de izquierda.
Este viraje geopolítico, este re acomodo del "establishment" suramericano ha despertado un clima de incertidumbre en toda la región y ha atraído la mirada del mundo entero.
Esta arriesgada apuesta se asoma en medio de una crisis institucional y de corrupción que ha manchado la credibilidad de toda la clase política suramericana , llegando a ocupar las primeras planas y las mesas de discusión de los mas importantes organismos regionales.
Si bien varios países, ya han realizado sus comicios presidenciales y elegido sus actuales mandatarios, otros han presenciado dimisiones (Perú) y rupturas políticas importantes (Ecuador, Nicaragua), situación que ha acrecentado la importancia política de estos últimos 3 comicios presidenciales de la segunda mitad del año 2018.
En Colombia, se disputa la presidencia el candidato uribista, Iván Duque y el ex alcalde y conocido dirigente de izquierda Gustavo Petro. Ambos candidatos han conseguido el apoyo suficiente para correr en una segunda vuelta electoral por la jefatura del Estado colombiano.
En México, el candidato Andrés Manuel López Obrador cuenta con una intención de voto que podría superar el 45%, convirtiéndolo así en favorito para las cercanas elecciones presidenciales frente a un 20% de preferencia por los candidatos Ricardo Anaya y José Antonio Meade, quienes evalúan una posible alianza para superar la arrasadora ventaja de AMLO.
En Brasil, la situación se ha tornado un poco mas compleja. Las futuras elecciones presidenciales se han visto eclipsadas por una enorme sombra de corrupción que tras la destitución de la ex presidenta Dilma Rouseff, ha salpicado a buena parte de la dirigencia política brasileña, en especial al ex presidente y posible candidato presidencial Lula Da Silva, quien desde prisión sigue en férrea oposición al gobierno de Michel Temer.
La expectativa es alta y el mundo espera ansioso a los resultados de estas tres elecciones, en medio de un clima de total incertidumbre.
Suramérica se prepara electoralmente para tres comicios presidenciales que definirán la posición regional sobre temas de agenda global.
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