Artículo escrito por: Andreina Tovar
La migración o desplazamiento de personas entre fronteras, ha sido una constante en nuestros tiempos líquidos como bien diría Zygmunt Bauman.
Hoy día, son muchos los que tienen ideas cosmopolitas y buscan hacer su vida fuera de los linderos de su Estado, abrazar otra forma de vida, cultura o civilización. Este grupo corresponde a los migrantes estándar que por voluntad propia deciden abandonar su hogar o lugar de nacimiento, para echar raíces en otra parte o vivir como nómadas, según sus deseos y aspiraciones.
Hay otro sector de personas, que por el contrario muy a su pesar, se ven forzados a abandonar su Patria, para avanzar sin norte ni rumbo fijo buscando simplemente sobrevivir, este es el drama al que obedece este artículo, desde la perspectiva de como los Estados se ven hoy día en la necesidad de no solo generar respuestas a sus conciudadanos sino también a estas personas desplazadas por conflictos bélicos, miseria y condiciones inhumanas.
A finales de junio se produjo la que se denominó “la madre de todas las cumbres” de acuerdo a Euronews, donde el bloque Europeo decidiría sobre temas de importancia, entre ellos sobre uno que mantiene posiciones enfrentadas dentro de él: la migración.
No es la primera vez que este tema se asoma a una reunión de esta Unión y tampoco el enfoque ha variado mucho, seguir dependiendo de países contenedores de estas oleadas de migración como Libia y en especial Turquía, quienes a cambio de financiamiento en millones de euros aceptan fungir como muro.
En Suramérica la preocupación sobre la migración venezolana también ha sido imperante, tornándose incluso en temas de campaña presidencial como lo fue la del recién electo Presidente colombiano Iván Duque.
El abordaje en Suramérica ha sido variado, algunos países como Perú, han optado por suavizar sus legislaciones para favorecer a los migrantes venezolanos, mientras que otros como Panamá y México establecieron mayores restricciones.
Finalmente, es importante destacar que el tema de la migración continuará dando de qué hablar y difícilmente podrá ser resuelto este año o el próximo, mientras continúen las hostilidades en Siria y las dificultades económicas en Venezuela y en el continente africano, la migración a otros países con mejores condiciones de vida será considerada una decisión de vida o muerte.
Ya que el ser humano busca desesperadamente su supervivencia.
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